Varados en la T4
No son refugiados ni inmigrantes en búsqueda de asilo, son ciudadanos que viajaron como turistas y por azares del destino quedaron varados en medio de la crisis sanitaria. La respuesta ha tardado en llegar.
La pandemia de COVID-19 ha dejado lejos de sus hogares a miles de personas en todo el mundo. Mientras la mayoría de países han realizado esfuerzos conjuntos para gestionar la repatriación de sus connacionales, el gobierno venezolano ha demorado meses en ofrecer una respuesta.
En la zona de llegadas de la Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas (la puerta principal de entrada a España y una de las más importantes de Europa) un grupo de al menos 30 personas de nacionalidad venezolana han subsistido durante casi 20 días en un campamento improvisado a la espera de su repatriación.
![](https://www.radamesphoto.com/wp-content/uploads/2020/07/DiegoRadames_Varados6.jpg" "venezolanos Barajas")
Varados en España
Se calcula que hay más de 700 venezolanos varados en España a la espera de un vuelo de repatriación. Mientras dura la espera, no todos corren con la suerte de tener un lugar donde dormir.
Destaca un grupo de aproximadamente 30 personas que habita en un campamento improvisado a las afueras de la Terminal 4. Entre ellos se encuentra un niño, personas mayores e individuos con discapacidad. Todos vulnerables ante el riesgo del COVID-19. Algunos llevan desde el mes de marzo solicitando ayuda para regresar a su país.
Su subsistencia en el campamento no es solo por necesidad, sino también una forma de protesta. El día 17 de julio, tras semanas de manifestación, finalmente recibieron respuesta.
La pasividad de las administraciones de ambos países fue absoluta hasta que el eco mediático tocó las puertas de la Embajada Venezolana en Madrid. Un primer vuelo de repatriación será gestionado el martes 21 de julio, con un precio de 600€ por boleto y con la obligación de realizarse una prueba PCR 48 horas antes del vuelo. Un coste que no todos podrán asumir.
Destaca un grupo de aproximadamente 30 personas que habita en un campamento improvisado a las afueras de la Terminal 4. Entre ellos se encuentra un niño, personas mayores e individuos con discapacidad. Todos vulnerables ante el riesgo del COVID-19. Algunos llevan desde el mes de marzo solicitando ayuda para regresar a su país.
Su subsistencia en el campamento no es solo por necesidad, sino también una forma de protesta. El día 17 de julio, tras semanas de manifestación, finalmente recibieron respuesta.
La pasividad de las administraciones de ambos países fue absoluta hasta que el eco mediático tocó las puertas de la Embajada Venezolana en Madrid. Un primer vuelo de repatriación será gestionado el martes 21 de julio, con un precio de 600€ por boleto y con la obligación de realizarse una prueba PCR 48 horas antes del vuelo. Un coste que no todos podrán asumir.
Las medidas en Venezuela
El Gobierno Venezolano ha tomado medidas estrictas antes la crisis sanitaria. Entre ellas, la prohibición no solo de entrar al país sino también de salir. Además, se ha bloqueado el envío de dinero al extranjero, por lo que los ciudadanos varados en el mundo no pueden recibir ayuda económica desde el país sudamericano. La ciudad de Caracas y el Estado de Miranda están bajo una "cuarentena radical" ante el aumento de casos de COVID-19.
El espacio aéreo también está estrictamente cerrado desde el 13 de marzo. El día 4 de julio España y Portugal lograron gestionar un avión comercial que despegó de Caracas a Madrid. El vuelo puedo repatriar con éxito a cientos de ciudadanos con residencia europea, sin embargo regreso vacío, a ninguno de los cientos de venezolanos atrapados en España se le permitió retornar en ese avión.
Se prevé que la pandemia golpee fuertemente a Venezuela en los próximos meses, sumado a la profunda crisis política, económica y humanitaria en la que se encuentra, el retorno de los ciudadanos venezolanos no será fácil bajo ninguna circunstancia.
El espacio aéreo también está estrictamente cerrado desde el 13 de marzo. El día 4 de julio España y Portugal lograron gestionar un avión comercial que despegó de Caracas a Madrid. El vuelo puedo repatriar con éxito a cientos de ciudadanos con residencia europea, sin embargo regreso vacío, a ninguno de los cientos de venezolanos atrapados en España se le permitió retornar en ese avión.
Se prevé que la pandemia golpee fuertemente a Venezuela en los próximos meses, sumado a la profunda crisis política, económica y humanitaria en la que se encuentra, el retorno de los ciudadanos venezolanos no será fácil bajo ninguna circunstancia.
La experiencia les ha cambiado la vida
Desde las colchonetas hasta el alimento diario han sido parte del esfuerzo de personas particulares y ONGs que se han sumado para darle apoyo a los varados venezolanos. Agua potable, sábanas, medicamentos para los adultos y juguetes para Moises, el niño que forma parte del grupo, han llegado constantemente.
Alrededor del Aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez habitan varias personas sin techo con las que en el día a día comparten parte de los alimentos y donaciones que les hacen llegar. También conviven con el personal del Aeropuerto, con quienes empatizan desde el primer día, entre ellos algunos otros venezolanos que se solidarizan con su situación.
El grupo de varados venezolanos ha formado una familia improvisada, se defienden y se protegen entre ellos, limpian profundamente la zona donde duermen y los baños públicos en los que se asean diariamente. Su humildad los hace fuertes. La experiencia les ha cambiado la vida, afirman.
Alrededor del Aeropuerto Madrid-Barajas Adolfo Suárez habitan varias personas sin techo con las que en el día a día comparten parte de los alimentos y donaciones que les hacen llegar. También conviven con el personal del Aeropuerto, con quienes empatizan desde el primer día, entre ellos algunos otros venezolanos que se solidarizan con su situación.
El grupo de varados venezolanos ha formado una familia improvisada, se defienden y se protegen entre ellos, limpian profundamente la zona donde duermen y los baños públicos en los que se asean diariamente. Su humildad los hace fuertes. La experiencia les ha cambiado la vida, afirman.
El camino de vuelta a casa sigue siendo complejo, el primer grupo de varados venezolanos podrá volar de vuelta a su país si reune lo que económicamente representa el boleto aéreo y la prueba PCR, misma que también tiene que dar resultados negativos.
Por otro lado, en su país también les espera una situación complicada, pero todas sus esperanzas están puestas ahora mismo en que esta pesadilla termine y finalmente puedan abrazarse con los suyos.
Un agradecimiento especial a los protagonistas de este reportaje por permitirme documentar su situación.
Desde el 1 de julio, más de 30 ciudadanos venezolanos que viajaban por turismo o viaje familiar han subsistido en un campamento improvisado a las afueras de la Terminal 4 del Aeropuerto de Madrid. Algunos por necesidad, otros en forma de protesta, pero todos con la esperanza de ser escuchados.